el personal te hace sentir en casa. la limpieza no fue la mejor.

Recomendado para viajeros solitarios

La cama era súper cómoda y grande, lo que me hizo descansar como un rey. Además, el desayuno era delicioso, había una buena variedad que siempre me dejaba satisfecho, incluso había cheesecake, increíble!

No fue barato, pero todavía aceptable.

Me encantó mi estadía, la cama era muy cómoda y grande. El desayuno era delicioso, con una gran variedad que siempre me dejaba satisfecho. Definitivamente, volvería.

Corto, claro y al pie

Ubicación inmejorable, a pasos de la Grand Place, con un ambiente animado gracias a los bares cercanos. Sin embargo, la insonorización deja mucho que desear, lo que puede afectar el descanso. Las habitaciones, aunque cómodas, presentan problemas de diseño, como la falta de privacidad en los baños. Ideal para una escapada breve.

La atención del personal fue muy buena.

La habitación tenía una bañera sin privacidad que era incómoda. Al llegar, encontramos la basura de los huéspedes anteriores y nadie se había tomado la molestia de limpiar. Además, la recepcionista nos informó que el enchufe del secador estaba roto y que lo arreglarían, pero durante los cuatro días de nuestra estancia no lo hicieron.

Me encantó la decoración artística de las habitaciones, que aportaba un toque de encanto y originalidad al ambiente. Además, el personal fue muy comprensivo y atento, ayudando a que mi estancia fuera aún más especial.

Las escaleras pueden ser un desafío para algunos.

El personal de recepción fue muy amable y

la habitación estaba limpia y cómoda, ideal para un viajero solo como yo. Sin embargo, la zona es bastante ruidosa por la actividad de bares cercanos, lo que podría molestar a quienes buscan tranquilidad.

Ubicación genial y personal amable

La ubicación es simplemente perfecta, estás a dos minutos de la Grand Place y hay un montón de bares y restaurantes cerca. La habitación era moderna y acogedora, aunque la bañera sin privacidad puede ser un poco rara. El desayuno en el bar era muy rico. El único fallo fue que las escaleras son un poco ajustadas.

El Boutique Hotel Saint-Géry me dejó encantado. A escasos pasos, probé el famoso Fritland, donde las papas fritas con mayo son una obra maestra. Además, para desayunar, el café que servían era tan delicioso que seguramente me volvería adicto. La atención del personal también fue espectacular, siempre atentos y amables.

Sin embargo, tuvimos un problemita con la ducha que hacía un ruidazo molesto y una fuga constante. Al llegar, el ambiente era un poquito descuidado, y la alfombra necesitaba un buen repaso. Pero la experiencia global brilló a pesar de esos detalles.

La habitación era cómoda, pero la bañera sin privacidad resulta incómoda.

La ubicación es inmejorable, a pocos pasos de una gran avenida y muchas opciones para comer cerca. Sin embargo, la falta de privacidad en la bañera y el ruido de la calle pueden ser incómodos. Aprecié la amabilidad del personal, que estuvo siempre dispuesto a ayudar.

El hotel está en una zona muy animada, cerca de la Grand Place. La cama era grande y muy cómoda. además, el personal fue increíblemente atento y servicial. El desayuno ofrecía una variedad espectacular de platos frescos! !

No veo ningún aspecto negativo que mencionar.

El boutique hotel saint-géry es muy céntrico, a unos pasos de la Gran Plaza y rodeado de bares y restaurantes. La habitación era cómoda y tranquila, a pesar del ambiente animado afuera. El personal fue increíblemente amable, siempre dispuesto a ayudar. Un detalle que me encantó fue la cava de vino en el sótano.

recomendado

La habitación era pequeña, pero estaba bien aprovechada. La cama era grande y muy cómoda, lo que se agradece después de un día explorando. El desayuno estaba bueno, aunque se notaba algo de ruido del exterior. El personal era amable y la limpieza estaba muy bien. Justo lo que necesitaba para descansar, aunque la ubicación un poco ruidosa podría ser un problema para algunos.